Secarse el cabello luego de ducharnos es una rutina que muchas chicas solemos hacer. Quizás prefieras dejarlo secar al aire libre o acelerar el proceso utilizando una secadora, pero, ¿lo estás haciendo de una manera correcta?
No tener los cuidados necesarios puede ocasionar serios daños a las hebras del cabello e incluso al cuero cabelludo. Si quieres evitar el frizz, la resequedad o el quiebre, evita los siguientes errores.
Utilizar la secadora con frecuencia
Si tienes suficiente tiempo para secar tu cabello al aire libre, no dudes en hacerlo. El uso constante de la secadora en alta temperatura provoca que tu pelo luzca quebradizo y reseco con el tiempo. Si realmente lo necesitas, utiliza una temperatura baja para hacerlo.
Usar la misma toalla con la que secas el cuerpo
Las toallas de algodón no son las más aconsejables para secar tu cabello después de la ducha, pues provocan encrespamiento. Nuestra recomendación es que optes por toallas de microfibra, ya que sus hilos son más finos y absorben la humedad de manera más rápida. Sin duda, ¡tu melena lucirá menos esponjosa!
Enrollar el cabello
Frotar tu cabello húmedo causa el mismo daño que enrollarlo junto con la toalla en forma de turbante. Con esto estiras las hebras más de lo normal provocando que los mechones se debiliten, así que nuestra recomendación es peinarlo y hacer una cola baja con una scrunchie.
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Cepillarlo desde las puntas
¿Te cepillas de manera correcta? Desenredar tu melena va más allá de solo agarrar un cepillo y pasarlo por el cabello. Evita comenzar desde la raíz porque si jalas muy fuerte, puedes arrancar tus cabellos de los folículos. Te recomendamos iniciar con las puntas y subir poco a poco con movimientos suaves hasta deshacerte de todos los nudos.
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